Nuevas tecnologías: nuevas violencias y enormes opciones
via: Comunicar Igualdad
Por Belén Spinetta
Celulares, internet y las redes sociales en particular se han convertido en una herramienta fundamental para el movimiento de mujeres en la visibilización de sus problemáticas y el desarrollo de estrategias de empoderamiento. Pero al mismo tiempo, están siendo un terreno fértil para el desarrollo de nuevos tipos de violencias. Organizaciones sociales tomaron el tema para combatirlo e interpelar a los Estados.
COMUNICAR IGUALDAD- Hace poco más de un año Facebook, la red social con mayor alcance del planeta, bloqueó una foto que yo había cargado y que mostraba el torso descubierto de una mujer. Era una expresión artística que fue mal interpretada como ofensiva por mostrar un desnudo. “El objetivo de estas políticas es garantizar que Facebook sea un entorno seguro y de confianza para todos los usuarios, incluidos los muchos menores de edad que lo usan”, señalaba la advertencia oficial que dejaron. Sin embargo, hasta el día de hoy sigo denunciando páginas que fomentan la violencia contra las mujeres y la pedofilia, y sin embargo muchas de ellas nunca fueron levantadas de la red.
Días atrás, gracias a la presión ejercida por organizaciones de mujeres, las autoridades de la misma red social anunciaron que van a procesar más quejas para eliminar el contenido humorístico referido a la violencia sexual. La promesa incluye mayor capacitación a su personal de acuerdo a la orientación de los grupos de mujeres y expertos legales. El activismo de las organizaciones , potenciado por las redes sociales, logró un compromiso público fundamental.
La violencia ejercida contra mujeres y niñas a través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICS) vuelve a aparecer en escena. Al mismo tiempo, en la Declaración final de la 57ª Sesión de la Comisión sobre la Condición de la Mujer de las Naciones Unidas (CSW) –realizada en marzo del 2013 en Nueva York-, que este año estuvo dedicada a abordar la violencia, se tomó a las TICS como uno de los ítems a trabajar para “enfrentar” las causas estructurales y subyacentes y los factores de riesgo de la misma.
Un marco para la acción
No se puede indagar en las TICS sin partir de la premisa de que el uso de las mismas acarrea riesgos y beneficios y que su análisis en torno a la desigualdad de género debe ubicarse en el marco general de las múltiples discriminaciones que sufrimos las mujeres. Las miradas unilaterales sobre uno u otro aspecto pueden fomentar conclusiones parciales y tornarse riesgosas.
En este sentido, la Declaración sobre Prevención de la Violencia en Mujeres y Niñas aprobada a mediados de marzo en la 57ª Sesión de la Comisión sobre la Condición de la Mujer de las Naciones Unidas (CSW), señaló los aspectos positivos y negativos en torno al uso de las TICS. Por un lado instó a los Estados firmantes a “apoyar el desarrollo y la utilización de la tecnología de la información y las comunicaciones y de las redes sociales como recurso para el empoderamiento de las mujeres y las niñas, incluido el acceso a la información sobre la prevención de la violencia contra ellas y la respuesta a esa violencia”. Mientras que por otro lado, remarcó la importancia de “diseñar mecanismos destinados a combatir la utilización de ese tipo de tecnología y de redes para cometer actos violentos contra las mujeres y las niñas, en particular el uso delictivo de la tecnología de la información y las comunicaciones para el acoso sexual, la explotación sexual, la pornografía infantil y la trata de mujeres y niñas, y las nuevas formas de violencia, como la intimidación cibernética, el ciberacoso y las violaciones de la privacidad que ponen en peligro la seguridad de las mujeres y las niñas”.
En gran medida, los aspectos que toman las resoluciones de la comisión se vinculan a las acciones y el activismo en torno al tema que vienen realizando diferentes organizaciones de la sociedad civil. Una de ellas, es la Campaña Dominemos la Tecnología (http://www.dominemoslatecnologia.net/) impulsada por la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC). Recientemente, en Argentina, la Fundación para el Estudio y la investigación de la Mujer (FEIM) lanzó también una campaña que promueve el uso de las TICS para la promoción de los derechos de mujeres y niñas, y alerta sobre los riesgos y formas de violencia en los entornos digitales.
Hostigamiento, denigración, suplantación de la identidad, violación de la intimidad, ciberacoso, son algunas de las manifestaciones de la violencia que se ejerce a través de las TICS.
En Necochea, provincia de Buenos Aires, el Tribunal Oral en lo Criminal 1, acaba de condenar a diez años de prisión, por corrupción de menores, a un hombre que acosó sexualmente a una nena de 9 años a través de Facebook. El hombre la conoció a través de un perfil falso en el que él se presentaba también como una niña aproximadamente de la misma edad que sus acosadas.
“A partir de los relatos de las mujeres que comienzan a hallar en sus teléfonos móviles, cuentas de correo y en redes sociales, mensajería instantánea, blogs o publicidades en formato online nuevas expresiones de la violencia que se traducen en violación a la intimidad, control por parte de sus parejas o agresiones a sus puntos de vista, es que surge la necesidad de visibilizar las acciones de esta campaña” explica a COMUNICAR IGUALDAD Florencia Goldsman, manager en Facebook de Dominemos la Tecnología. Por su parte, Mabel Bianco, de FEIM, comenta que su iniciativa está especialmente dirigida a las mujeres más jóvenes, con la intención de promover un uso responsable de las TICS y alertar sobre los riesgos con los que pueden encontrarse: “Planteamos que internet es un espacio público como cualquier otro, en el que hay que tomar algunos recaudos para proteger tu privacidad e integridad personal”.
Goldsman explica que el hostigamiento en línea (también conocido como ciberacoso) es el uso de las TICS para monitorear, rastrear y acosar a alguien, provocando angustia y temor por su seguridad personal. Esto puede incluir el envío de amenazas o acusaciones falsas vía blogs, en salas de chat, o vía teléfono móvil. También puede incluir el envío de comunicación no deseada y repetida, frecuentemente con insinuaciones sexuales; el robo de identidad o información personal; espiar, registrar o rastrear el uso de la computadora o internet sin permiso. “A veces estas amenazas escalan hasta salir del ámbito digital a la realidad física. El hostigamiento en línea puede limitar severamente la capacidad de participación y uso libre sin aprehensión o miedo de las TICS por parte de las mujeres”, asevera.
Es necesario aclarar que ambas campañas utilizan las TICS para llegar con su mensaje. “Partimos de una visión positiva, entendiendo a internet como un herramienta fundamental para la defensa de los derechos de las mujeres y niñas, un espacio donde se construye conocimiento, se intercambia información con personas de cualquier parte del mundo, pero siempre a partir de un uso adecuado y respetuosos con el resto de los/as usuarios/as de internet”, argumenta Bianco.
Desde Dominemos la Tecnología han generado un espacio que brinda información, promueve el intercambio de experiencias y la participación activa de las usuarias. Asimismo brinda una amplia serie de herramientas para usar y reflexionar acerca de la problemática. Sobre estos aspectos vinculados al ciberactivismo comenta Goldsman que han realizado videos y monólogos que tratan esta cuestión de manera creativa y no lineal: “Buscamos generar debates que sirvan para no demonizar las TICS pero sí que ayuden a una utilización consciente, empoderadora y creativa”. Además utilizan Twitter y Facebook para recibir ideas, adhesiones y también vincularse a otras campañas.
Un tema a tener en cuenta es que no existen datos sistematizados sobre la incidencia de estas violencias. En este sentido, Mabel Bianco apunta que es muy difícil que se realicen las denuncias y además, “si todavía no hay un registro unificado de la cantidad de víctimas de violencia física, establecido en la ley 26485, de 2009, menos aun esta que todavía no hay ley”. En tanto, la campaña Dominemos la Tecnología ha construido un mapa colaborativo en el que invitan a denunciar y mapear estos casos específicos. Explica Florencia Goldsman que intentan construir a partir de allí la mayor cantidad de antecedentes que sirvan para consolidar un histórico actualizado de casos y poder articular con posibles legislaciones que ayuden a tomar en cuenta estos tipos de violencias.
Lila Pagola, docente e Investigadora de la Universidad Nacional de Villa María, opina que estas campañas de prevención de la violencia en las TICS son valiosas pero advierte sobre la importancia de ahondar suficientemente en el tratamiento de las problemáticas, para evitar que se instalen temores de tipo genéricos que pudieran alejar aún más a chicas y adolescentes de los beneficios que les podrían aportar las TICS. “Los adultos pueden sentir temor de que algo les pase, y elegir negarles la experiencia antes que entender cómo prevenir los riesgos, en base a información que permita valorar más adecuadamente esos riesgos, con autonomía. Creo que en todas las iniciativas que piensan y actúan sobre los usos que las mujeres hacemos de las TICS el objetivo final es ganar autonomía para decidir, empoderarnos”, remarca.
En relación a este aspecto, la española Montserrat Boix, comunicadora social experta en ciberfeminismo, afirma que las TICS están cambiando nuestra vida, ofrecen nuevas posibilidades y se impone el aprendizaje sobre cómo usarlas. Apunta que quizás el problema sea la falta de formación sobre la utilización adecuada: “Las y los jóvenes sobre todo experimentan pero no suelen reflexionar sobre el para qué usar las herramientas y el cómo. Quizás este es el déficit. Tenemos que aprender a gestionar la información que ofrecemos sobre nuestra intimidad, decidir aquellas cosas que queremos compartir y las que no”.
Boix reflexiona en torno a algunos debates actuales y apunta que “si bien un principio se pensó que la construcción del nuevo espacio digital, la incorporación de contenidos, podría darnos una oportunidad para eliminar o al menos disminuir la discriminación”, lo cierto es que el mundo virtual no es diferente al mundo presencial, la discriminación y el sexismo están en todas partes y está instalada en la red también.
Es indudable el enorme potencial que estas herramientas tienen para aportar al cambio social, al debate de ideas y a la masificación de las reivindicaciones de las mujeres.
En los últimos años han surgido distintas iniciativas y grupos que se organizan desde Internet y que vienen teniendo incidencia real. El caso emblemático de nuestro país quizás sea RIMA web, un proyecto de comunicación feminista que nació en el 2001 y fue creciendo hasta convertirse en un gran espacio de debate, colaboración e intercambio de información a través fundamentalmente de una lista electrónica que nuclea a mujeres de todo el mundo emparentadas por su feminismo. Cómo explican en el sitio, RIMA “se realiza a través de una lista de distribución por correo electrónico homónima, dedicada a la información y el intercambio entre mujeres feministas, periodistas, organizaciones del movimiento de mujeres, investigadoras, estudiantes, y activistas del país y también de países de Latinoamérica”.
En tanto, las redes sociales del momento (Facebook y Twitter) están siendo tomadas por el activismo en las temáticas para impulsar distintas acciones. En 2012, un grupo de amigas de una joven neuquina –Florencia Penachi- desaparecida en Buenos Aires en 2005, presuntamente en manos de una red de trata, lanzaron una iniciativa en Facebook para reclamar por su aparición, denunciar este flagelo y fomentar el compromiso de otras personas. El Muro Contra la Trata, consiste en una página en la que las personas se sacan una foto sosteniendo alguna consigna alusiva al tema. La respuesta que tuvieron fue masiva y el muro sigue funcionando.
Asimismo, fue también a través de estas redes sociales que comenzó una campaña para sacar del aire la publicidad de la cerveza Schneider “Perdón”. Se armó en Facebook el grupo “Repudio la publicidad de las cerveza Schneider” y el Twitter se difundió a partir del hashtag #perdon. El repudio fue tan masivo que finalmente la empresa decidió levantar la campaña..
Otros grupos, utilizan estas herramientas para el activismo en el espacio público. Es el caso de Martes Rojo, un movimiento barrial independiente de acción ciudadana que se organiza semanalmente por las redes para arrancar los volantes de oferta sexual de la vía pública.
La creatividad de las mujeres da espacio también para el humor. “El cibermundo está dominado por el humor sexista, y muchos de los famosos memes son una prueba de ello. Nosotrxs lxs feministas también queremos reírnos mientras dinamitamos el heteropatriarcado”, así se presentan las autoras de la página Memes Feministas quienes vienen a romper con la estructura humorística predominante en Facebook.
Recientemente nació la Red Feminista Internacional, un espacio creado por militantes francesas, canadienses, alemanas, tunecinas, marroquíes y españolas que buscan conectar a las activistas de todo el planeta. Se plantean desarrollar en la web un mapeo para hacer “visibles a las feministas (protegiendo aquellas que quieren mantenerse en el anonimato) y mostrar la fuerza que representan tanto en cada país como en el ámbito internacional”, enmarcadas “en un contexto económico difícil en el que los derechos de las mujeres son cuestionados de manera cotidiana nos parece importante unir nuestras fuerzas para hacernos entender”.
Entre los riesgos y las potencialidades, avanza la batalla de las mujeres para poner fin a su opresión. Las TICS ofrecen nuevos escenarios para la misoginia, pero también para el activismo. La lucha está en inclinar la balanza a favor de nosotras.